SUEÑOS. EL ALETEO DEL PICAFLOR - CHICHÍ
Sueños. El aleteo del picaflor
Domingo
de verano, sol ardiente. Decidimos con mi esposo ir a la quinta de Ayerza.
Llegamos y solamente se escuchan las chicharras, cotorras, y las calandrias que
imitan a otros pájaros. No se mueve ninguna hoja. Debajo de un frondoso tilo,
colocamos las reposeras y observamos el jacarandá azulado, el ceibo florecido
de rojo, la blanca corona de novia, los lirios y achiras de varios colores. Una
pileta pequeña con agua, donde se bañan los tordos, palomitas, horneros, tijeretas.
Los observo y me quedo dormida.
Sueño que estoy con mi guardapolvo
almidonado en la escuela de Manantiales en primer grado, jugando al tejo con
mis amigas. Los varones juegan a la pelota o a las payanas. Suena la campana,
corremos a formar fila, de ahí al salón. Nos sentamos en un banco doble con mi
compañera Lucía. El cuaderno con hojas a cuadritos, donde hacemos palitos y
palotes grandes, después la letra “a” “e” y “mamá”. Usamos el libro
“Pimpollito” donde conocimos el nombre de las plantas, sus variedades, los
insectos del jardín y de la huerta, como la vaquita de San Antonio, con
distintas pintitas de colores, que cuidan los rosales de los pulgones.
En segundo grado, tenemos el libro
“Brisas”, la misma maestra del año anterior, María Luisa, nos enseña de la vida
de nuestros héroes. Las fiestas patrias que festejábamos el mismo día. Nos
disfrazamos y bailamos el Pericón Nacional. Cantamos el Himno nacional y la
canción a la Bandera. La Srta. Nos dice que Domingo Faustino Sarmiento fue un
gran maestro, que enseñó a los pobres en ranchos, en San Francisco del Monte de
Oro, San Luuis, donde creó su primera escuelita, pintó la Casa de Gobierno de
rosa, por eso se llama la Casa Rosada. Vamos a visitarla, en la puerta hay dos
granaderos de San Martín, firmes, inmóviles, un chilo los toca porque no
parecen reales. Con ellos, el Gran Capitán Padre de la Patria, cruzó los Andes.
Otro prócer, Manuel Belgrano, creó nuestra Bandera Azul y Blanca.
Preguntamos “¿por qué en los monumentos
a los héroes algunos caballos tienen las patas delanteras levantadas?” La
maestra explica que los que las tienen apoyadas, su jinete no murió en combate.
San Martín y Belgrano ganaron muchas
batallas y ofrecieron su espada a la Virgen.
Sigo soñando con una lectura del libro
“Brisas”:
“Los discípulos del Señor iban
caminando por Jerusalén predicando y encontraron un perro muerto.
—¡Qué asco! Qué olor —dijeron.
Jesús se acercó y
dijo:
—Mirad, sus dientes son blancos y
brillantes. Parecen perlas.”
¡Qué
enseñanza!
Me
despierta el aleteo de un picaflor que libaba una flor de tilo
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